ENCHULANDO A LA NEGRA

Añoranza es la palabra que usualmente traemos a la boca cuando recordamos aquellos humildes inicios en nuestro deporte, generalmente partiendo de una catalina de mano o tarrito en algún borde de roca en dónde un pequeño pez era lucido orgullosamente a nuestros amigos y familiares. Todo tiempo pasado fue mejor dice el viejo refrán, en parte sí, la pesca era más simple y mucho más abundante. Hoy en día ese mismo tarrito o catalina poco podría hacer en los cotos altamente presionados por la pesca, la contaminación y la simple presencia humana.

Es verdad, la pesca recreativa es un buen mercado para cuanto producto tecnológico aparezca, desde los mismo equipos de pesca a indumentaria y vestimenta, camping y comunicaciones, la lista es enorme y el gasto asociado a nuestro deporte sufrió un alza de quizás un 1.000% respeto a sólo una década atrás. Pero separando el grano de la paja, sin lugar a dudas hemos tenido acceso a tecnología que nos ha permitido maximizar nuestras chances de éxito, sin ir más lejos la curva de aprendizaje de quién se inicia, accediendo a equipos de buenas prestaciones es muy corta, al cabo de pocas semanas ya luce orgulloso en sus vitrinas sendos lenguados, corvinas o monos. sin estos avances tecnológicos sería muy difícil llegar a buen término en la pesca a spinning.

Creo ser uno de la primera camada de pioneros en importar equipos de alta gama, primero americanos, lamiglass, st croix, gloomis luego japonenes daiwa, shimano, yamaga, tenryu. Mucha prueba y error, mucho dinero invertido y muchas satisfacciones también. Una de mis primeras compras onerosas fue la caña de la categoría surfishing en su rango más liviano de la marca gloomis el modelo 1264S. Ya casi mítica esta caña me ha acompañado por una década o quizás más, pescas fabulosas atesoro en mi memoria, compañera de mil batallas, con ella he surcado las aguas desde Arica hasta los choros, compartido anécdotas y también derrotas. Quizás lo más destacable de esta caña es su polivalencia, al ser de la serie surf(esto sería más o menos el equivalente a nuestro “chispear”) es una caña potente, declara cómo máximo 3 onzas o 84 gramos, yo la utilice con chispas de hasta con 70 grs. y las lanza con prestancia aunque algo sobrecargada a partir de los 60 hacía arriba, en el rango de los 50 gramos es simplemente perfecta, pero al ser del rango más liviano de esta modalidad de surfishing es a la vez muy flexible lo que permite lanzar muy poco peso de muy buena forma, declara media onza o 14 gramos cómo rango bajo y sumado a su largo de 3,2 metros la convierte en una muy buena lanzadora de señuelos, resultando ideal para una jornada de pesca en dónde los escenarios cambien, ya sea pescando a 20 metros con señuelos livianos o rozando los 100 con una buena chispa. Claro que el tiempo pasa inexorablemente tanto para mi negra cómo para mi, sus 420 gramos me pasaban la cuenta en jornadas de más de 3 horas y su tecnología de anillas era del tiempo del nylon, por lo que no estaba sacando todo el provecho a mis carretes más modernos y líneas de 8 hebras, era tiempo de tomar una decisión, podía venderla y actualizar a una caña de características similares cómo esta:http://www.plat.co.jp/shop/catalog/…

Mecano
mahernan@ucn.cl